Madrid comenzará en 2017 los trabajos para renaturalizar el Manzanares
El Ayuntamiento de Madrid
destinará 1,2 millones de euros en 2017 para comenzar con los trabajos
de renaturalización del Manzanares. No obstante, la primera actuación
comenzó hace seis meses con la apertura de presas para ver cómo se
comportaba el río, que ha comenzado a crear islas con vegetación
autóctona de forma espontánea.
"Nunca pensamos que la
renaturalización fuese tan intensa y tan rápida", ha asegurado Santiago
Martín Barajas, de Ecologistas en Acción, asociación que propuso al
Ayuntamiento un plan para el Manzanares, en línea con los objetivos del
Gobierno. Este viernes el Ayuntamiento ha presentado el proyecto definitivo para el primer tramo,
comprendido entre el puente de los Franceses y el de Reina Victoria, de
1,3 kilómetros, cuyas obras comenzarán en enero de 2017.
Según ha explicado la delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés, la primera fase del proyecto contempla la retirada de parte de la escollera, la plantación de 16.000 árboles y arbustos y la eliminación de especies alóctonas, como el ailanto. En concreto, serán 1.224 árboles, 3.235 arbustos y 12.372 estaquillas de especies como el fresno, el sauce, el olmo, el álamo blanco y el negro, el majuelo o la rosa silvestre. Para ello, se destinarán 1,2 millones de euros. Sabanés ha destacado "la necesidad de dar naturalidad en los ríos también en contextos urbanos" por exigencias de las directivas europeas. "El río es un ecosistema vivo. No es un canal, ni un lugar donde desaguar aguas contaminadas", ha afirmado.
Antes de comenzar con el proyecto, hace seis meses, el Ayuntamiento abrió las compuertas de las presas comprendidas entre la número 4 y la número 9 para comprobar cómo se comportaba. El resultado es que el río forma islas y la vegetación autóctona está creciendo de forma natural. También se aprecian más especies de peces y más aves, según Martín Barajas. Ahora se pueden encontrar barbos, alburnos, colmillejas o bogas, así como ánades reales, garzas, chorlitos o gallinetas. Martín Barajas ha señalado que esperan que hasta las nutrias pueblen el río. "La naturaleza reacciona bien si la dejas de pisar", ha dicho. "El comportamiento ha sido espectacular. No lo esperábamos", ha indicado Sabanés. También se abrirá la presa número 3.
En función de cómo siga evolucionando el río y del resultado de la fase 1, el Ayuntamiento definirá las fases 2 y 3, que abarcarán hasta el Nudo Sur. Por el momento, tras comprobar cómo va cambiando el cauce, se ha descartado la posibilidad de reducir la anchura del río unos cinco metros en cada margen para realizar plantaciones, lo que además facilita la obtención del permiso de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), que ha sido solicitado, pero aún no se ha obtenido. La CHT trasladó al Ayuntamiento su preocupación de que en grandes avenidas el cauce del Manzanares fuera insuficiente. Ahora continúan trabajando en el proyecto.
El río corre ahora aguas abajo, con menos profundidad pero con aguas más limpias. El caudal habitual es de 3 metros cúbicos por segundo, de los que 2 provienen del embalse de El Pardo, y el otro restante procede de las aguas de una depuradora municipal. Martín Barajas ha explicado que en un principio se pensó que iba a necesitar que el embalse soltara más agua, pero se ha comprobado que con la actual es suficiente.
Alternativas para los remeros
Al eliminarse el embalsamiento del agua con la apertura de las compuertas, la Federación Madrileña de Remo ya no puede usar sus aguas. En agosto, con el parón de la escuela situada en Madrid Río, el Ayuntamiento abrió la compuerta número 9, pero una avería ha impedido volver a cerrarla, así que los remeros ya no puede usar el Manzanares en Madrid. Sabanés ha señalado que aún no saben si una vez que la compuerta funcione volverán a cerrarla; pero, en cualquier caso, están buscando una alternativa para la práctica de este deporte, ya que la idea es extender el plan "al conjunto del río" a su paso por la ciudad. Una opción será el uso del embalse de El Pardo, dependiente de la CHT, algo que la federación lleva pidiendo desde hace 50 años, según ha apuntado el coordinador del área, José Antonio Díaz.
Además, el Ayuntamiento va a firmar un acuerdo con el Museo de Ciencias Naturales para contar con la colaboración de expertos en aves, peces, anfibios e insectos. En este último caso, el objetivo es "controlar" posibles afecciones a los vecinos a causa del plan de renaturalización.
Según ha explicado la delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés, la primera fase del proyecto contempla la retirada de parte de la escollera, la plantación de 16.000 árboles y arbustos y la eliminación de especies alóctonas, como el ailanto. En concreto, serán 1.224 árboles, 3.235 arbustos y 12.372 estaquillas de especies como el fresno, el sauce, el olmo, el álamo blanco y el negro, el majuelo o la rosa silvestre. Para ello, se destinarán 1,2 millones de euros. Sabanés ha destacado "la necesidad de dar naturalidad en los ríos también en contextos urbanos" por exigencias de las directivas europeas. "El río es un ecosistema vivo. No es un canal, ni un lugar donde desaguar aguas contaminadas", ha afirmado.
Antes de comenzar con el proyecto, hace seis meses, el Ayuntamiento abrió las compuertas de las presas comprendidas entre la número 4 y la número 9 para comprobar cómo se comportaba. El resultado es que el río forma islas y la vegetación autóctona está creciendo de forma natural. También se aprecian más especies de peces y más aves, según Martín Barajas. Ahora se pueden encontrar barbos, alburnos, colmillejas o bogas, así como ánades reales, garzas, chorlitos o gallinetas. Martín Barajas ha señalado que esperan que hasta las nutrias pueblen el río. "La naturaleza reacciona bien si la dejas de pisar", ha dicho. "El comportamiento ha sido espectacular. No lo esperábamos", ha indicado Sabanés. También se abrirá la presa número 3.
En función de cómo siga evolucionando el río y del resultado de la fase 1, el Ayuntamiento definirá las fases 2 y 3, que abarcarán hasta el Nudo Sur. Por el momento, tras comprobar cómo va cambiando el cauce, se ha descartado la posibilidad de reducir la anchura del río unos cinco metros en cada margen para realizar plantaciones, lo que además facilita la obtención del permiso de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), que ha sido solicitado, pero aún no se ha obtenido. La CHT trasladó al Ayuntamiento su preocupación de que en grandes avenidas el cauce del Manzanares fuera insuficiente. Ahora continúan trabajando en el proyecto.
El río corre ahora aguas abajo, con menos profundidad pero con aguas más limpias. El caudal habitual es de 3 metros cúbicos por segundo, de los que 2 provienen del embalse de El Pardo, y el otro restante procede de las aguas de una depuradora municipal. Martín Barajas ha explicado que en un principio se pensó que iba a necesitar que el embalse soltara más agua, pero se ha comprobado que con la actual es suficiente.
Alternativas para los remeros
Al eliminarse el embalsamiento del agua con la apertura de las compuertas, la Federación Madrileña de Remo ya no puede usar sus aguas. En agosto, con el parón de la escuela situada en Madrid Río, el Ayuntamiento abrió la compuerta número 9, pero una avería ha impedido volver a cerrarla, así que los remeros ya no puede usar el Manzanares en Madrid. Sabanés ha señalado que aún no saben si una vez que la compuerta funcione volverán a cerrarla; pero, en cualquier caso, están buscando una alternativa para la práctica de este deporte, ya que la idea es extender el plan "al conjunto del río" a su paso por la ciudad. Una opción será el uso del embalse de El Pardo, dependiente de la CHT, algo que la federación lleva pidiendo desde hace 50 años, según ha apuntado el coordinador del área, José Antonio Díaz.
Además, el Ayuntamiento va a firmar un acuerdo con el Museo de Ciencias Naturales para contar con la colaboración de expertos en aves, peces, anfibios e insectos. En este último caso, el objetivo es "controlar" posibles afecciones a los vecinos a causa del plan de renaturalización.
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