Un equipo de ciclistas con una gran iniciativa para reciclar materiales orgánicos
La bicicleta es genial: además de ser uno de los medios de transporte más ecológicos que existen, también favorece el buen humor y la salud.
Sabiendo eso, este grupo de ciclistas supo ver en su uso una función
social que podría beneficiar a muchas comunidades en todo el planeta.
Se trata de una iniciativa de Austin, Texas (Estados Unidos) llamada "Compost pedallers" que propone recoger el cuarto de los residuos que arrojamos a la basura: la materia orgánica de los hogares y negocios asociados; y así llevarlos a los huertos de la ciudad, donde son utilizados como abono natural.
De esta manera, desfavorecen el uso de agroquímicos en los cultivos, motivan a la comunidad a reducir los residuos y tejen una red comunitaria entre los habitantes a través de prácticas más sostenibles.
Además, el compost aporta materia orgánica al suelo, mejora el crecimiento de las plantas, conserva el agua, reduce la necesidad de usar plaguicidas y fertilizantes químicos, y ayuda a prevenir la erosión del suelo. Tú también puedes aprender a hacerlo aquí.
Se trata de una iniciativa de Austin, Texas (Estados Unidos) llamada "Compost pedallers" que propone recoger el cuarto de los residuos que arrojamos a la basura: la materia orgánica de los hogares y negocios asociados; y así llevarlos a los huertos de la ciudad, donde son utilizados como abono natural.
De esta manera, desfavorecen el uso de agroquímicos en los cultivos, motivan a la comunidad a reducir los residuos y tejen una red comunitaria entre los habitantes a través de prácticas más sostenibles.
Además, el compost aporta materia orgánica al suelo, mejora el crecimiento de las plantas, conserva el agua, reduce la necesidad de usar plaguicidas y fertilizantes químicos, y ayuda a prevenir la erosión del suelo. Tú también puedes aprender a hacerlo aquí.
"Hay una magia increíble que sucede como un subproducto de estas conexiones", explica Dustin Fedako, fundador y CEO de los "Compost Pedallers", y agrega: “Un restaurante local ahora compra tomates de la granja que recibe sus residuos”.
Además, los asociados reciben puntos según el peso de desechos orgánicos retirados que pueden cambiar por productos y servicios, a modo de motivación.
Además, esta actividad se complementa con talleres y actividades educativas para fomentar los hábitos de separación, reducción, reciclaje y reutilización de residuos para que toda la comunidad se involucre en esta iniciativa que invita a ser replicada en todo el mundo.