sábado, 11 de febrero de 2017

CULTURA CIENTÍFICA

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

¡No desperdiciemos el talento!

Las mujeres no llegan a ocupar las plazas de investigadoras que les corresponderían teniendo en cuenta su formación, ni los de puestos de dirección y de toma de decisiones



Científicas en una manifestación contra los recortes en ciencia, en 2013.
En este día que ha sido designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una mirada global pone de manifiesto grandes diferencias en la situación de las mujeres y las niñas tanto en la ciencia como en otros muchos ámbitos.
Hace unos días, una joven matemática senegalesa financiada por el programa Ellas Investigan, de la fundación MujeresxAfrica, nos contaba en una mesa redonda que fue la única mujer de su promoción en la universidad y que tuvo que enfrentarse día a día a todo tipo de comentarios despectivos y desalentadores por parte de sus profesores por el simple hecho de ser mujer. Tampoco podía dejar de sentir aún indignación al recordar que le habían dicho que no podía publicar sus resultados si no figuraba un hombre como coautor. Una indignación que inmediatamente se propagó a toda la sala.

Este ejemplo solo hace muy patente que no estamos hoy en día tan lejos de situaciones que asociamos al pasado, algunas de ellas muy bien reflejadas en la película Figuras ocultas, recientemente estrenada en nuestro país. Por otro lado, también pone de manifiesto los avances sustanciales que se han producido en Europa en este terreno. Ciertos comportamientos ya no son aceptados y la ley ampara la igualdad de oportunidades y la no discriminación en muchos países. Sin embargo, ¿Hemos avanzado tanto como creemos?
El último informe de la comunidad europea (SHE figures 2015) muestra que las mujeres no llegan a ocupar las plazas de investigadoras que les corresponderían teniendo en cuenta su formación. Tampoco ocupan puestos de dirección y de toma de decisiones. España, incluso estando un poco por encima de la media europea, también refleja esa misma realidad tal y como muestra el reciente informe Científicas en Cifras 2015. Aunque no se puede negar la progresión positiva de las cifras en los últimos años, esta progresión es tan lenta que de seguir así alcanzar la paridad es aún un sueño lejano. ¿Qué se puede hacer?
Hace unos días me preguntaban en una entrevista cuál sería mi recomendación para animar a las niñas a estudiar ciencias. Mi contestación fue: ¡Bastaría con no desanimarlas!
Un estudio reciente publicado en la revista Science señala que, a los cinco años, ni los niños ni las niñas asocian la inteligencia con un género concreto, pero muy poco tiempo después ellas empiezan a asociar más fácilmente a una persona brillante con el sexo masculino. Estos datos desde luego merecen una reflexión. ¿Qué ideas reciben y a qué modelos están expuestos nuestros hijos de forma directa o indirecta? Los resultados de este trabajo indican que la percepción del mundo y del individuo se moldea y cambia de forma muy temprana incidiendo en la manera en que los niños y las niñas evalúan su propio potencial.
Sin embargo, los datos de la Comisión Europea muestran que la proporción de mujeres que estudian carreras y hacen un doctorado actualmente es alta (con algo más del 50%), pero esta proporción baja sustancialmente a lo largo de la carrera profesional creando lo que se ha llamado el “diagrama de tijera”, con una proporción muy baja de mujeres en los puestos más altos (21% en carreras académicas y aún más bajo, el 13%, en las carreras académicas en ciencia e ingeniería para el año 2013). Las razones son seguramente múltiples y complejas. Tratar de entenderlas y buscar soluciones ha sido mi compromiso durante ya varios años tanto como miembro del consejo científico del Consejo Europeo de Investigación (ERC) desde el año 2011 y directora de su grupo de trabajo sobre igualdad de género desde el 2013, como dirigiendo del grupo de género del Centro de Regulación Genómica y coordinando el proyecto LIBRA financiado por la Comisión Europea dentro de su nuevo programa marco H2020 que apuesta por impulsar la igualdad de género.
"Hace unos días me preguntaban en una entrevista cuál sería mi recomendación para animar a las niñas a estudiar ciencias. Mi contestación fue: ¡Bastaría con no desanimarlas!
El proyecto LIBRA tiene como objetivo establecer planes de igualdad en 10 centros europeos que pertenecen a la alianza EU Life. El programa es ambicioso y actualmente estamos empezando a implementar un gran número de medidas y acciones innovadoras que incluyen desde políticas y compromisos institucionales hasta cursos de formación, ayudas o actividades para ofrecer un entorno laboral que apoye y promueva la carrera científica de las mujeres permitiéndoles desarrollar todo su potencial.
A su vez, este potencial podrá desarrollarse plenamente si se garantiza el acceso en igualdad de condiciones a los programas de financiación nacionales e internacionales. Con esta meta nuestro grupo de trabajo en el ERC ya ha implementado medidas concretas como, por ejemplo, alargar el límite temporal de presentación de proyectos para las mujeres con hijos o alertar a los evaluadores sobre la existencia de sesgos.
Seguimos trabajando para que llegue el momento en que la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia adquiera otro significado.
Isabelle Vernos es profesora de investigación ICREA, jefa de grupo en el Centro de Regulación Genómica y miembro del Consejo científico del European Research Council.

EL PAÍS

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