Ya hemos hablado aquí largo y tendido de los beneficios de la lectura. Que si nos relaja, que si nos alegra, que si nos hace ganar empatía, que si ir a la biblioteca nos hace tan felices como una paga extra… con todos estos datos, raro era que no se le ocurriese a nadie recetar lecturas como medicinas
(pero con menos efectos secundarios). Al fin y al cabo, todos lo hemos
experimentado en carne propia, hay libros que nos hacen olvidar hasta el
peor de nuestros males.
No me malinterpretéis, no digo que debas
dejar de ir al médico, ni que el libro adecuado pueda impedirte un
infarto. No. Pero quizá sí te pueda curar un corazón roto, o una apatía
general. Hay biblioterapeutas que así lo aseguran.
¿Y qué hacen esos biblioterapeutas? Según leemos en The New Yorker, en
una sesión, básicamente, te pueden pasar un cuestionario sobre tus
hábitos de lectura, hacer unas cuantas preguntas sobre tus
preocupaciones e inseguridades, y aportarte una prescripción (de lectura) que te pueda ayudar a solucionar tus pequeñas (o grandes) dudas vitales.
Desde luego, no se trata de un
tratamiento científico, pero tampoco es que sea una invención reciente.
La primera vez que se usó la palabra “Biblioterapia” fue en 1916, pero
lo de recomendar determinadas lecturas para solucionar determinadas
“enfermedades” es algo que se lleva haciendo desde la antigüedad,
especialmente cuando la dolencia es de tipo psicosomático. Y no parece
ninguna locura. Hoy en día, también se investiga sobre la biblioterapia
(especialmente desde el campo de la psicología y del trabajo social),
tratando de aplicarla a diferentes campos, tal y como ocurre, por
ejemplo, con la musicoterapia. El arte sana, no nos cabe duda.
En todo caso, y aunque el concepto nos encanta, es evidente que muy extendido no está. Que si uno busca un biblioterapeuta, probablemente no lo encuentre. ¡Menos mal que en eso también hay una lectura que nos puede ayudar!
Se trata de ‘The Novel Cure‘,
un libro de las biblioterapeutas Susan Elderkin y Ella Berthout, que
comenzaron simplemente recomendándose libros entre ellas, cada vez que
tenían algún problema personal o laboral. Desde 2007, ofrecen sesiones de biblioterapia, tanto en persona como virtuales, a través de The School of Life, pero por lástima cuestan 80 libras (y duran solo 40 minutos). Allí recomiendan obras de ficción que puedan ayudar a solucionar los problemas
a los que se enfrentan sus pacientes, que habitualmente acuden en
transiciones vitales (atascados en su carrera profesional, angustiados
por una mala relación amorosa, de duelo por la muerte de un ser querido,
nerviosos ante una próxima y primeriza paternidad..). No recomiendan
libros de auto-ayuda, que quizá es lo primero que uno pensaría en estos
casos, sino obras literarias, normalmente novelas, porque “dan al lector una experiencia transformacional”.
El caso es que no podemos pagar sus sesiones, pero sí su libro ‘The novel cure’
donde encontramos un compendio de achaques con sus recomendaciones
literarias correspondientes. Así, por ejemplo, para la apatía
recomiendan un libro exuberante como ‘El cartero siempre llama dos
veces'; para los problemas económicos, uno con moraleja como ‘El Gran
Gatsby’, y para la presión alta, algo ligeramente aburrido como ‘Las
olas’.
¡En su página web hasta tienen un consultorio
donde la gente cuenta las historias de siempre, pero en lugar de un
consejo obvio reciben una prescripción de lectura (por ejemplo, a un
chico con depresión post-Erasmus le recomiendan que lea ‘El zoo de
Jarmach’) Creo que acabo de encontrar mi vocación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario