martes, 17 de marzo de 2015

HOMENAJE A CLAUDIO RODRÍGUEZ

La alianza sin condena de Claudio

El Instituto Cervantes homenajea al zamorano en el cincuenta cumpleaños de uno de sus poemarios imprescindibles


A la izquierda, el poeta en uno de sus paseos por "la ciudad del alma". A la derecha, en su despacho.


La inmortalidad de una obra literaria solamente puede juzgarse con la perspectiva del tiempo, cuyo paso sirve para saber qué autores han dejado sus huellas en el cemento de las letras y cuáles han sido borrados como las pisadas en la arena.
Quince años después de su muerte, nadie discute que Claudio Rodríguez se encuentra ya en el primer grupo, en el Olimpo de la literatura contemporánea, junto a los mejores poetas que fueron "niños de la guerra" y que, cuando crecieron, formaron la Generación del 50, una de las más brillantes de las letras españolas.
El Instituto Cervantes suma hoy otro reconocimiento más a la obra de uno de los zamoranos más ilustres del siglo XX. La entidad acoge esta tarde en Madrid un acto para celebrar los cincuenta años de la publicación del poemario "Alianza y condena", poemario con el que Claudio obtuvo el Premio de la crítica de la poesía castellana en 1966.
Además de un coloquio sobre la vida y obra del autor, en el acto se presentará la primera edición bilingüe inglés-español de este libro, el tercero de los cinco que publicó el escritor. En la charla estará presente el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, así como el profesor de la Universidad de Alicante, Ángel Luis Prieto de la Paula, y la profesora de la Universidad Complutense de Madrid, Covadonga López Alonso, así como el escritor Ángel Ruipérez. También intervendrá por videoconferencia Philip Silver, profesor emérito de la Universidad de Columbia y traductor de la obra.
Versos inmortales
"Alianza y condena" es, para muchos, el poemario central en la obra de Claudio Rodríguez, además de serlo también cronológicamente hablando -es el tercero de los cinco que publicó, tras "Don de la ebriedad" y "Conjuros" y antes de "El vuelo de la celebración" y "Casi una leyenda"-.
Escrito en los años en los que el autor vivió en Cambridge junto a su esposa, Clara Miranda, el libro que hoy se homenajea alberga algunos de los versos más brillantes de la poesía de Claudio. En él se encuentra el poema "Ajeno", uno de los que incluso el propio autor destacaba en su obra y cuyos versos iniciales -"largo se hace el día a quien no ama / y él lo sabe"- son conocidos por casi todos los amantes de la poesía.
En este poemario se recoge la añoranza por la tierra y el pasado que se marcarán aún de forma más profunda en los siguientes libros del zamorano. La contraposición de la luz y la sombra o de sentimientos como la alegría y la tristeza se muestran en "Alianza y condena" como una expresión viva de la intensidad de la realidad y el lenguaje que tan presente está en la poesía de Claudio.
En el poema "Un suceso", incluido en este libro, los versos del zamorano rezan que, "tal vez, valiendo lo que vale un día, / sea mejor que el de hoy acabe pronto". Pero, en días como el de hoy, se confirma que la leyenda -más viva que nunca- de Claudio Rodríguez nunca verá el ocaso.


AJENO


Largo se le hace el día a quien no ama
y él lo sabe. Y él oye ese tañido
corto y duro del cuerpo, su cascada
canción, siempre sonando a lejanía.
Cierra su puerta y queda bien cerrada;
sale y, por un momento, sus rodillas
se le van hacia el suelo. Pero el alba,
con peligrosa generosidad,
le refresca y le yergue. Está muy clara
su calle, y la pasea con pie oscuro,
y cojea en seguida porque anda
sólo con su fatiga. Y dice aire:
palabras muertas con su boca viva.
Prisionero por no querer, abraza
su propia soledad. Y está seguro,
más seguro que nadie porque nada
poseerá; y él bien sabe que nunca
vivirá aquí, en la tierra. A quien no ama,
¿cómo podemos conocer o cómo
perdonar? Día largo y aún más larga
la noche. Mentirá al sacar la llave.
Entrará. Y nunca habitará su casa.



LaOpinióndeZamora

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