viernes, 19 de septiembre de 2008

Campo de Golf en el Parque Regional del Sureste]


COMUNICADO DE PRENSA.





15 de Septiembre de 2008

El Ayuntamiento de Getafe pretende instalar un campo de golf en el Parque Regional del Sureste

Grupos ecologistas y vecinales denuncian la maniobra especulativa que se esconde tras el proyecto del Ayuntamiento de Getafe, al construir un campo de golf en el Parque Regional del Sureste, junto al río Manzanares. Las asociaciones ARBA, Asociación Ecologista del Jarama "El Soto", Ecologistas en Acción, GRAMA, Jarama Vivo, Plataforma Ciudadana O2O3, recuerdan que en Pinto, la Consejería de Medio Ambiente ya desestimó la construcción de un campo de golf dentro de este espacio protegido. Por ello, esperan que en esta ocasión se sigan los mismos criterios.

El campo de golf, promovido por la Federación Madrileña de Golf y el Ayuntamiento de Getafe, se situaría en las inmediaciones del barrio de Perales del Río, ocupando una superficie de 65 hectáreas del Parque Regional del Sureste y de la Red Natura. Constaría de 18 hoyos, más un campo de prácticas, aparcamiento para 200 vehículos y edificaciones para el centro social. El consumo de agua estimado por la Federación de Golf sería de unos 275.000 m3/año cifra a todas luces subestimada. Otro punto polémico del proyecto es que no se tiene definido aún de dónde procederá tan excesivo gasto de agua. El proyecto exige un tratamiento terciario de las aguas que ninguna de las dos depuradoras próximas a la zona tiene, es decir las aguas procedentes de las depuradoras no reúnen la calidad suficiente para el riego de estas instalaciones.

Además de los altos consumos de agua, el campo de golf supondría un foco más de contaminación a los suelos y a los acuíferos, debido a las altas dosis de productos fitosanitarios que se emplearían para el cuidado del césped. Algunos de los productos utilizados (Iprodiona, Triclorfon, Diflufenican, Mecocrop) son nocivos para los organismos acuáticos y se utilizarían masivamente a escasos metros del río Manzanares; la Iprodiona tiene además posibles efectos cancerígenos. Escasos kilómetros más abajo las aguas del río Manzanares se utilizan para el riego de los campos agrícolas, una práctica de alto riesgo sanitario que ha sido denunciada en numerosas ocasiones y que ha sido causa de una reciente sanción de más de 400.000 euros al Canal de Isabel II.

Detrás del proyecto se esconde una gran operación especulativa, fomentada por el Ayuntamiento de Getafe. Los suelos donde se pretende instalar el campo tienen la calificación de No Urbanizables de Protección Especial y en ningún caso están permitidos los usos deportivos. De igual forma se manifiesta la Ley 6/94 del Parque Regional, dando a estos suelos otros usos de tipo dotacional y ambiental, pero nunca compatibles con la práctica del golf. Por esa razón ya el 30 de mayo de 2001 la propia Comunidad de Madrid rechazó en la Junta Rectora del Parque Regional del Sureste la construcción de un campo similar en Pinto, por ser incompatible este tipo de instalaciones con las directrices y objetivos del espacio protegido.

Con este proyecto el Ayuntamiento pretende una recalificación encubierta de un terreno de gran valor ambiental pero de poco valor económico. En 2005 este Ayuntamiento realizó una permuta de suelo con los propietarios de las parcelas donde se situaría el campo. Se intercambió así suelo no urbanizable de protección por suelos urbanizables. Al liberarse suelo en el interior del Parque para este campo de golf, se dejó más terreno para urbanizar en los nuevos desarrollos de Perales (al lado justo del límite del Parque), y de paso se revalorizan las plusvalías para especuladores, constructores y propietarios del suelo. La existencia del campo de golf provocaría un aumento automático del valor de esos suelos.

La no aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) favorece en gran medida la realización de este proyecto. En el borrador presentado en 2005 por la Comunidad de Madrid incluía un artículo en el que se prohibía explícitamente nuevas instalaciones de golf y su práctica en todo el territorio del Parque del Sureste. El PRUG acumula 9 años de retraso respecto a la fecha en la que debería haberse aprobado. Esta parálisis normativa favorece, como en el caso que nos ocupa, la realización de proyectos contrarios a los objetivos de conservación del Parque.

Actualmente, hay 35 campos de golf en toda la región de Madrid, una cifra desorbitada si tenemos en cuenta los recursos hídricos disponibles y la demanda social de este tipo de actividad. Actualmente están proyectados cerca de otros 30 campos de golf en toda la Región, obedeciendo a intereses urbanísticos, lo que implicaría llegar a un colapso hídrico por no existir recursos suficientes. Los campos de golf existentes se beben anualmente el caudal ecológico asignado al río Jarama a su paso por la presa de El Vado o el equivalente a una ciudad de unos 150.000 habitantes. Para atender estas demandas desde hace más de una década el Canal de Isabel II mantiene cerradas, durante el verano, las presas de El Vado y El Atazar, provocando la desecación de los cauces en los tramos altos y aumentando la concentración de contaminantes en los tramos bajos.

Los colectivos ecologistas del Parque del Sureste se muestran totalmente contrarios a este proyecto, por lo que han presentado recientemente alegaciones al Estudio de Impacto Ambiental presentado por el Ayuntamiento gobernado por Pedro Castro y por la Federación Madrileña de Golf. Este estudio además, presentaba serias anomalías como la ausencia de viabilidad económica, de alternativas, falta de concreción de las conducciones de agua, etc.

Para más información: Antonio Martínez (616 179 442,) Raúl Urquiaga (675 569 118), Mª Ángeles Nieto (656 925 082 )