sábado, 9 de abril de 2016

CONTAMINACIÓN

La basura electrónica en cifras



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Según información reciente proporcionada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la basura per cápita producida varía según la riqueza y conciencia ambiental de cada país, y apunta que va desde los 63 Kgs que genera el habitante de Qatar, considerando los casi 30 Kgs de un estadounidense, los 23 de un alemán, los 18 de una español, hasta llegar a los 620 gramos de un habitante de la República de Mali situada en África. En virtud de que los aparatos electrónicos tienen una vida cada vez más corta, están elaborados con metales pesados muy dañinos para la salud. Materiales como el plomo, el mercurio, el cadmio o el zinc son una fuente contaminante para el planeta si no se les recicla de forma adecuada. Como respuesta a esta situación, la ONU ha lanzado la Iniciativa StEP, con el objetivo de promover la reutilización y aumentar el ciclo vital de los productos electrónicos. La cuestión de fondo señalan los expertos es que "sólo una pequeña parte del material electrónico se recicla en países como Alemania, Reino Unido o Estados Unidos, y agregan: “Si en el mundo desarrollado la falta de reciclaje electrónico se debe a la escasa concienciación, en los países sub desarrollados, es principalmente por la ausencia de infraestructuras para realizar dicha tarea”.

Actualmente las dependencias de la ONU abogan por la difusión de campañas públicas y educativas para concienciar sobre este problema y sobre su impacto negativo al Medio Ambiente, y alertan que si no se da respuestas a esta situación "será difícil crear innovaciones tecnológicas sostenibles" en el futuro.

Otro problema asociado con lo anterior es la exportación ilegal de basura tecnológica desde los países desarrollados, especialmente de Estados Unidos y de Europa, a los subdesarrollados, donde esos residuos pone en riesgo la vida de los trabajadores que desarman los equipos sin la debida protección. Según estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente, al menos 250 mil toneladas de desechos electrónicos salen cada año hacia diversos países de África y Asia desde la Unión Europea de forma ilegal como bienes de segunda mano, cuando en realidad son productos inutilizables y considerado como chatarra.

Depositemos los equipos y materiales electrónicos y eléctricos en los lugares apropiados para ello, cuidemos la vida de nuestro planeta.


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