viernes, 2 de diciembre de 2016

PRODUCCIÓN DE ENERGÍA LIMPIA

Varapalo de la UE a la ley española de autoconsumo: producir y vender energía será un derecho

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La Unión Europea ha anunciado este miércoles el contenido de la iniciativa ‘Clean energy for all Europeans’, una directiva orientada al periodo 2021-2030 para “mantener la competitividad de la UE en la transición hacia las energías limpias que están transformando los mercados energéticos globales. Y dentro de esas medidas, el autoconsumo energético ha recibido un importante respaldo, que contradice en parte el decreto de autoconsumo aprobado en España en octubre de 2015.
Dentro de las propuestas que afectan a los consumidores, el texto recoge que “los consumidores o comunidades de consumidores tendrán derecho a producir, almacenar o vender su propia electricidad, pudiendo beneficiarse de la caída de costes de los paneles solares para los tejados y otras unidades de generación de pequeña escala para ayudarles a reducir las facturas de la luz”. También se defiende el autoconsumo compartido entre hogares, edificios e industrias
Esto choca frontalmente con la regulación del autoconsumo en España, que prohíbe tanto el autoconsumo compartido como que los autoconsumidores viertan sus excedentes de energía a la red, y por tanto que la vendan o saquen cualquier beneficio de ella. Esta posibilidad, en su formato de balance neto (que la electricidad producida y no consumida se vierta a la red eléctrica general, y posteriormente se compense cuando la demanda sea más alta que la producción), que ya se aplica en otros países, es una de las reclamaciones que los defensores del autoconsumo llevan meses reclamando también para España, de momento sin éxito.
Una vez aprobada la directiva, y hasta que no entre en vigor, los estados no están obligados a adoptarla, pero lo que no pueden hacer es dar pasos en contra. Ello significa que la actual normativa española podrá seguir en vigor tal como está redactada unos cuantos años más, pero no podrá endurecerse más en estos aspectos, y solo le queda dar pasos hacia el fomento del autoconsumo.
La propuesta señala que los consumidores serán participantes activos y principales en los mercados energéticos del futuro, y afirma que en poco tiempo, y en toda la UE, los ciudadanos podrán elegir entre una mayor oferta de proveedores energéticos, acceder a herramientas para comparar los precios y disfrutar de la posibilidad de vender su propia electricidad.