domingo, 25 de octubre de 2015

ENERGÍA. REUTILIZACIÓN

Un casa de Navarra, la primera del mundo en usar las heces de sus habitantes para crear energía

 

  • Los residuos fecales se transformarán en biogás mediante metanización.
  • El sistema preparado se autogestiona con 4 caballos y los 8 habitantes.
  • La idea es que el proyecto este listo para la próxima primavera.
  • El terreno, la casa y el propio sistema supuso una inversión de 540.000 euros.
La crisis, la conciencia ecológica, el calentamiento global y el ingenio logran cosas como estas: que una casa pueda generar energía a partir de los excrementos de quienes la habitan. Es lo que va a hacer un caserío de Oskotz, en el valle de Ultzama (Navarra). Utilizará los excrementos para abastecerse de energía mediante un sistema preparado para ser autogestionado con cuatro caballos y ocho personas que ocuparán la vivienda, el primer proyecto del mundo de estas características.

Se trata de un proyecto piloto que requiere una inversión de 540.000 euros, en la que se incluye la compra del terreno y la construcción de la vivienda. Los promotores son Meghan Sapp, gerente de la ingeniería Planet Energy, una empresa que diseña y construye comunidades energéticas, y su marido Iñigo. “El sistema es de diseño propio y replicable tanto en zonas rurales como en comunidades de vecinos y edificios en las ciudades”, explica Sapp.
La pareja sostiene que toda la energía necesaria se generará mediante procesos renovables. La electricidad mediante módulos solares fotovoltaicos ayudados de un minigenerador eólico; el gas para la calefacción por suelo radiante; y el agua caliente sanitaria y las cocinas a partir de residuos fecales que se transformarán en biogás mediante metanización.

Este verano se ha construido todo el exterior y será a partir de octubre cuando se inicien las obras del interior incluido los sistemas energéticos. La inauguración está prevista para la primavera de 2016. Entonces la casa será una “isla energética, sin necesidad de estar conectada a la red”, asegura Meghan Sapp. En ese momento, gran parte de la energía necesaria para abastecer la vivienda será generada a partir de los excrementos de sus habitantes.

Para el proyecto Meghan e Iñigo cuentan con el apoyo del estudio de arquitectos 3T2D que se encargan del diseño arquitectónico de la vivienda. Además, la asesoría de sostenibilidad de Kursaal Green se encarga de la optimización del diseño y materiales del edificio para reducir notablemente su consumo energético; también buscará alternativas ecológicas y económicas a los sistemas constructivos del proyecto.

TIERRA VIVA