El último proyecto de 'fracking' en España exige extraer 28 millones de litros de agua de una zona protegida
El sondeo al sur de Cantabria pertenece a Gas Natural y su proyecto
inicial indica que el líquido deberá captarse en un área de protección
de la Red Natura 2000
El yacimiento está a unos 2.500 metros de profundidad en una zona rodeada por espacios considerados de especial importancia por su valor ecológico
El estudio previo de la empresa explica que los riesgos de contaminación del suelo y aguas se limitan a "hipotéticos" accidentes y subraya la seguridad de esta técnica minera
El yacimiento está a unos 2.500 metros de profundidad en una zona rodeada por espacios considerados de especial importancia por su valor ecológico
El estudio previo de la empresa explica que los riesgos de contaminación del suelo y aguas se limitan a "hipotéticos" accidentes y subraya la seguridad de esta técnica minera

Un pozo activo de 'fracking'.
EFE
El último proyecto de fracking tramitado en España
acaba de cerrar su primer plazo de consultas. El documento presentado
por Gas Natural para sondear en el sur de Cantabria ha revelado la
altísima demanda de agua que impone esta técnica minera: solo explorar
si el yacimiento de Sestero-1 es rentable exige 28.000 m3. 28
millones de litros que tendrán que salir del Lugar de Importancia
Comunitaria Río y Embalse del Ebro, que es parte del sistema de
protección ambiental Red Natura 2000, la red de conservación de la
biodiversidad europea.
A pesar de algunos reveses como la renuncia de la canadiense BNK en Burgos,
los planes de la fractura hidráulica –extraer gas que está atrapado en
rocas inyectando agua– no se detienen. De hecho, los intentos por parte
de las comunidades autónomas de contrarrestar el impulso ofrecido por el
Ministerio de Industria se han visto desbaratados en el Tribunal
Constitucional. Todas las leyes que buscaban bloquear los pozos en sus
territorios han sido recurridas por el Gobierno cuya postura ha
prevalecido. La última vez respecto a la prohibición en Cataluña en
abril pasado.
Justo ese mes, la empresa Petroleum (filial de Gas
Natural) presentó los papeles para ampliar sus sondeos en busca de gas,
en este caso en Valderrible (Cantabria). El objetivo, según su estudio
previo ahora publicado, es "delimitar el potencial de hidrocarburos" que
se estima como "excelente" para "albergar importantes volúmenes de shale gas".
El punto escogido por Petroleum para perforar está rodeado de zonas
protegidas medioambientalmente aunque "fuera de cualquier espacio de la
Red Natura 2000", subraya el documento. Fuera pero a 900 metros del LIC
Río y Embalse del Ebro. Y a 6 kilómetros de la Zona de Especial
Protección de Aves Hoces del Alto Ebro y Rudrón y a poco más de otras
dos áreas con protección. De hecho, el embalse del Ebro está propuesto
para ser declarado Humedal de Importancia Mundial. Esa es la zona de
sondeos de Petroleum –en un radio de 9 kilómetros desarrolla otras tres
perforaciones exploratorias–.
Proveniente del Ebro
El Documento Inicial remitido por la promotora al Ministerio de Medio
Ambiente reconoce que "el suministro de agua es uno de los aspectos
ambientales más relevantes en un sondeo que contempla la investigación
de un objetivo no convencional mediante fracturación hidráulica".
Al mismo tiempo, al plantear las alternativas para tomar esos miles de
metros cúbicos, ofrece hacerlo en un punto del embalse del Ebro, a 35
kilómetros, o en otro sitio de captación en el propio río a 5,5
kilómetros del pozo. Pero "en cualquiera de las alternativas
contempladas se realizará en el Lugar de Importancia Comunitaria".
Tal cantidad de agua se emplea para crear un "fluido de fracturación", la clave del fracking.
Este fluido se inyecta a alta presión en el subsuelo y crea las fisuras
en la roca por donde se libera el gas. Al agua se le añade una agente
para abrir las fracturas (arenas) y aditivos químicos.
En el caso concreto de Sestero-1, Petroleum ha diseñado una perforación
hasta 2.500 metros de profundad para aplicar ese fluido que luego
vuelve a la superficie junto a los lodos producidos. Más tarde se limpia
y reinyecta.
"Pérdida de unidades individuales"
La presentación de este proyecto destaca que los riesgos ambientales
solo se presentarían en caso de accidente: "Es importante señalar que la
tecnología cuenta con niveles de seguridad comparables a los de otras
industrias", explica la consultora contratada por Petroleum. Y acota los
"hipotéticos sucesos accidentales" a "riesgo de contaminación del
suelo, aguas superficiales y subterráneas", riesgo de "sismicidad
inducida" y "atropello de la fauna".
Más
concretamente, para la Red Natura 2000, este primer análisis admite como
"impactos potenciales" la propia ocupación del terreno, el tránsito de
vehículos, las emisiones de luz, el ruido y el consumo de agua que
llevarían aparejados la "degradación del hábitat", la "alteración de los
ecosistemas acuáticos" y lo que denomina "pérdida de unidades
individuales o poblaciones de especies sensibles o en peligro". Es
decir, la muerte de animales.
eldiario.es