viernes, 9 de enero de 2015

CONTAMINACIÓN

La contaminación de pescado por mercurio aumentó en 2014
El Estado español y otros estados europeos continúan sin ratificar el Convenio de Minamata.

 
La contaminación de alimentos por mercurio aumentó durante el año 2014, con un total de 114 notificaciones a nivel europeo por contenido de este metal pesado en pescado y otros productos pesqueros. De estas notificaciones, 57 casos tuvieron origen en el Estado español, de acuerdo al sistema de alerta rápida para piensos y alimentos (RASFF, por sus siglas en inglés). La situación se agrava año a año, mientras que el español y otros estados europeos continúan sin ratificar el Convenio de Minamata que debería controlar la presencia de este metal a nivel global. Ecologistas en Acción advierte de que el retraso en la entrada en vigor del convenio aumenta las consecuencias en la salud y el medio ambiente.
Las 114 notificaciones por mercurio, frente a las 96 del año 2013, se refieren a alertas, informaciones y retenciones en fronteras. El Estado español, principal exportador de pescado a nivel comunitario, se lleva la palma, con 57 notificaciones, de las cuales 50 fueron emitidas en Italia, según la organización ecologista.
Ecologistas en Acción afirma que se han alcanzado valores de hasta 5,1 miligramos por kilo de pescado congelado en el caso del marrajo (Isurus oxyrhincus) procesado en el Estado español, superando con creces el nivel máximo permitido por la normativa comunitaria, entre un 0.5 y 1 mg/kg de mercurio en productos pesqueros.
También advierte que se han superado de “manera sistemática” los límites de la normativa europea, “a pesar de que son mucho menos restrictivos que los que marcan la Organización Mundial de la Salud y la FAO y de que no tienen en cuenta el consumo medio, ni las características corporales de los consumidores. La situación, por tanto, es más grave de lo que marcan las notificaciones”.
Ecologistas en Acción advierte de que se han superado de “manera sistemática” los límites de la normativa europea
El sistema de alerta rápida, que también advierte sobre presencia de otros metales (con un total de 192 notificaciones que incluyen cadmio, plomo o arsénico), se estableció para localizar un alimento o pienso en el mercado que debe ser aislado o retirado para evitar riesgos a las personas consumidoras. Ecologistas en Acción interpreta y presenta anualmente los resultados como manera para medir la amenaza real de mercurio en pescado y otros productos del mar.
El mercurio, explica la organización, es un metal extremadamente volátil que puede ser transportado a grandes distancias una vez se ha emitido a la atmósfera. Una vez se ha depositado en un ambiente acuático, el mercurio se transforma en metilmercurio, una potente neurotoxina, que se acumula en los peces y en los animales y los humanos que los consumen. Cuando es ingerido por mujeres embarazadas, el metilmercurio atraviesa la placenta y se acumula en el cerebro y el sistema nervioso central del feto en desarrollo. Incluso cantidades relativamente pequeñas pueden producir serios retrasos motores o de comunicación. El mercurio nunca desaparece del medio ambiente, asegurando que la contaminación de hoy seguirá siendo un problema en el futuro.
Ante esta situación, Ecologistas en Acción reclama que el Estado español, y los 128 países firmantes del Convenio de Minamata sobre el mercurio, que se unan a los 9 que ya lo han ratificado lo antes posible para permitir la entrada en vigor. El convenio establece para todos los estados las obligaciones relativas a la minería primaria, a la eliminación progresiva de ciertos usos y productos (pilas, termómetros), al comercio, a las emisiones y a la eliminación de los residuos.
“Su aplicación en todo el mundo debería llevar a una reducción global de la contaminación y cualquier retraso en su ratificación solo aumentaría las consecuencias en la salud y el medio ambiente”, concluye Ecologistas en Acción.