El filósofo sevillano
Emilio Lledó,
Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades,
ha realizado una defensa de las humanidades en contra del "pragmatismo"
preponderante en la educación y ha subrayado que "lo terrible es que un
ignorante con poder político y repleto de ignorancia determine nuestras
vidas".
Lledó, que se encuentra en Oviedo para recibir el viernes de manos
del Rey el galardón, ha ofrecido una clase magistral en la planta baja
de la Facultad de Filosofía y Letras, en un acto en el que ha estado la
directora general de Universidades e Investigación del Principado,
Cristina Valdés, y la decana, Carmen Alfonso.
En un escenario improvisado, el profesor (Sevilla, 1927), vestido con
traje gris y con bufanda al cuello, ha respondido de forma didáctica,
clara y directa a las preguntas de una docena de profesores y alumnos de
una facultad que ha considerado como su casa.
En el debate, se ha mostrado como un defensor "radical" de la
educación pública y contrario a la "codicia" por un trabajo bien
remunerado que se proyecta a los alumnos en algunas universidades y ha
calificado de "aberración que el dinero sea el que mida el nivel de la
educación". "Esa obsesión que se tiene desde jóvenes con ganarse la vida
es la manera más terrible de perderla", ha recalcado recordando las
ideas del filósofo Walter Benjamín.
El profesor se ha mostrado contrario a la ofuscación de algunos
políticos de llenar las aulas de ordenadores que, en su opinión, ha de
ser sólo un instrumento que no puede relevar la preponderancia de los
libros y la riqueza de sus lecturas. Lledó, que pronunciará uno de los
discursos en la ceremonia del próximo viernes en el Teatro Campoamor, ha
afirmado que el abandono de las humanidades en las universidades es la
"forma más feroz, inhumana, inhumanística, incultural (valga la
expresión) de perder la vida". A su juicio, la educación universitaria
en favor de la "sensibilidad" es "la manera de crear libertad, de ser
libre, de ser humano". "Hay que seguir pesando, hay que seguir vivos. La
filosofía es vida, la vida en el pensamiento, y por eso no podemos
dejar de pensar, no podemos dejar de vivir", ha aseverado Lledó entre
los aplausos de numerosos asistentes al acto.
Como valedor de la lectura, el filósofo sevillano ha reconocido que
la prosa de "El Quijote", cuyos 12 volúmenes que posee ha "machacado",
le siguen "enriqueciendo" y ha señalado como su "tesoro" un cuaderno en
el que, con 9 años, escribía las "sugerencias" que le dictaban las obras
de autores como Cervantes. El filósofo ha narrado cómo "un muchacho
enclenque" hastiado del Madrid de la posguerra viajó en 1953 hasta
Alemania con "6.000 pesetas" que había ahorrado dando clases para
"aprender de verdad el griego, el lenguaje con el que nació la
filosofía". "Allí descubrí la libertad intelectual", ha recordado Lledó,
que ha destacado el sistema de educación alemán que percibió en su
estancia en Heidelberg, donde fue alumno de Hans-Georg Gadamer, y donde
conoció a filósofos como José Ortega y Gasset y Martin Heidegger, con el
que, incluso, se "codeó" tomando unas cervezas en un bar.
Lledó fue distinguido por el jurado del Princesa de Asturias de
Comunicación y Humanidades por su "relevancia internacional y
trayectoria ejemplar".