martes, 16 de septiembre de 2014

LITERATOS ILUSTRES

QUINCE FRASES CÉLEBRES DE QUEVEDO


Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645), fue uno de los escritores más destacados de la literatura española, enclavado en la época conocida como Siglo de Oro. A pesar de que escribió tanto obras narrativas como dramáticas, Quevedo es muchísimo más conocido por su obra poética, de la que se conservan casi un millar de poemas.

Quevedo, de familia aristócrata, se inició en el mundo de la literatura con obras satíricas y burlescas como “La vida del Buscón llamado don Pablos” o “Los Sueños” (compuestos entre 1605-1622) que no son sino varias piezas basadas en los desengaños que sufrió por aquellos años. Su amistad con Félix Lope de Vega y Miguel de Cervantes era conocida por todos, pero también su acérrima enemistad -que duraría hasta su muerte-, con otro escritor rival: Luis de Góngora.

Sus mejores poemas muestran desilusión y melancolía respecto al tiempo y la muerte, ejes centrales de su reflexión poética. Abanderando un estilo anti-Góngora en todo momento, publicó una serie de escritos mordaces y agresivos en los que no se andaba con remilgos, con objeto de satirizar a su rival, como el famoso "A una nariz".

Dentro de su enorme legado, en el que destaca por doquier su virtuosismo, locuacidad e ingenio con el uso de la lengua española, no podemos olvidar “Amor más allá de la muerte”, “Oda al sueño”, “Letrillas llenas de donaire”, “Sonetos eternos”, “La hora de todos y Fortuna con seso” o “La cuna y la sepultura”, entre otros.

Os dejamos con algunas de sus mejores citas:

“El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos”.

“Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir”.

“La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió”.

“Las palabras son como monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una”.

“Creyendo lo peor, casi siempre se acierta”.

“Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho”.

“El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar a que le llamen”.

“Los que de corazón se quieren sólo con el corazón se hablan”.

“El amor es fe y no ciencia”.

“Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen”.

“El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor”.

“El ánimo que piensa en lo que puede temer, empieza a temer en lo que puede pensar”.

“El agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien”.

“Más fácilmente se añade lo que falta que se quita lo que sobra”.

“Mejor vida es morir que vivir muerto”.