martes, 16 de febrero de 2016

COLEGIOS BILINGÜES

BILINGÜISMO: JUST SAY NO! Por Isaac Rosa.
"Corría el año 2004 cuando la entonces presidenta madrileña Esperanza Aguirre, exministra de Educación, se levantó una mañana y dijo: `El sistema educativo tiene muchos problemas, está a la cola de Europa y arrastra déficits históricos. ¿Qué podemos hacer para darle la puntilla? ¡Hagámoslo bilingüe! ¿Cómo no se nos había ocurrido antes?´
Obviamente no lo presentó así. Eran los años de la burbuja y no nos planteábamos dedicar a educación los mismos recursos y energías empleados en tener la segunda mayor red de AVE del mundo. Lo que esperábamos de los gobernantes era que cada niño tuviera un portátil. Y que estudiaran en inglés.
El bilingüismo era lo más. La excelencia. Oportunidades laborales en un mundo global. Nuestros hijos irían a colegios bilingües, como los pijos. Sabrían pronunciar bien "relaxing cup", no como nosotros, acomplejados en nuestro inglés macarrónico. ¿No era una idea genial?
No, no lo era. Y después de diez años, el bilingüismo de Aguirre puede ser el tiro de gracia para el sistema educativo, desde el momento en que otras comunidades lo han comprado y el PP propone implantarlo a todo el país.
Para empezar, ni siquiera es bilingüe. Los padres esperábamos el Colegio Británico, pero el modelo madrileño es un paripé:
Unas cuantas asignaturas impartidas en inglés por profesores mal preparados y para alumnos que viven en un entorno monolingüe.
El bilingüismo ha supuesto una enorme inversión de recursos que no se han destinado a otras necesidades educativas. Cuando la tijera de la austeridad hacía estragos, las únicas partidas que crecían eran las destinadas al bilingüismo.
Madrid sigue sin evaluar el sistema (aunque paga cada año costosas pruebas que realizan instituciones privadas), pero ya hay estudios que demuestran lo que venimos denunciando profesores y padres: que el bilingüismo deteriora el aprendizaje de las materias impartidas en inglés y ni siquiera sirve para que aprendan inglés mejor que con otros sistemas menos costosos.
No hay ningún país de Europa que aplique un modelo similar: Y todos tienen mejor nivel de idomas que nosotros.
Pero sobre todo agrava uno de los principales problemas del sistema: la desigualdad. El bilingüismo tienen un sesgo clasista (lo inventó Aguirre, recuerden), que agranda las diferencias entre centros públicos y privados, y entre estudiantes de un mismo centro.
Abre una brecha entre alumnos dependiendo de si sus familias tienen capacidad y recursos para ayudarles. Suena a broma, pero muchos alumnos "bilibngües" se ven en la necesidad de recibir clases particulares... ¡de inglés!"