El Parlamento Europeo pide a los fabricantes más piezas de recambio de sus productos
El Parlamento Europeo ha instado a la Comisión Europea a que proponga
medidas para exigir a los fabricantes que garanticen la disponibilidad de piezas de recambio de sus productos.
El objetivo es luchar contra la obsolescencia programada: La
programación del fin de la vida útil de un producto, de forma que tras
un periodo de tiempo calculado por el fabricante este se torne obsoleto,
no funcional e inútil.
El llamamiento de los eurodiputados es una recomendación sobre el
alargamiento de la vida útil de los productos,
aprobada por unanimidad por la comisión de Medio Ambiente de esta
institución. En ella se recoge, además, la necesidad de adoptar
disposiciones legales para garantizar que los consumidores conozcan el
periodo de disponibilidad de las piezas de recambio esenciales para la
utilización del producto.

La iniciativa complementa las acciones que está llevando a cabo la UE para
transitar hacia una economía circular, donde nada se desperdicie, y aunque no es una iniciativa legislativa, pretende que la Comisión proponga medidas al respecto.
Los eurodiputados también votaron a favor de incluir un llamamiento
dirigido tanto al ejecutivo de la UE como a los Estados miembros, para
que tomen medidas contra la obsolescencia programada.
En concreto, se pide a la Comisión a que examine los informes sobre
el diseño deliberado de los teléfonos inteligentes para tener una duración de vida muy limitada y que proponga medidas al respecto. También, que proponga
que los fabricantes asuman los costes del reciclado
en caso de que sus bienes tengan una vida útil prevista inferior a
cinco años; y en este sentido, pide a los Estados miembros que impongan
sanciones
a la puesta en el mercado de productos de corta duración por mala
calidad, o no “reparabilidad” y al uso de prácticas de obsolescencia
programada.
Otras medidas aprobadas se refieren a la obligación para los fabricantes de diseñar productos de forma
que sea posible la sustitución de las pilas, a hacer un mejor uso de la etiqueta ecológica de la UE para prolongar la vida útil de los productos y a que
la vida útil prevista del producto debe indicarse en la etiqueta ecológica de la Unión Europea.
Las medidas de las instituciones en favor de una economía circular se
suman a la multitud de iniciativas que están surgiendo en las ciudades y
que ponen en marcha organizaciones sociales. Una de esas acciones es la de Amigos de la Tierra: La elaboración de
un mapa con los establecimientos que arreglan las cosas.